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La intención voluntaria del Grupo Santana Cazorla pasa por adoptar e integrar el concepto de responsabilidad social corporativa, instrumentado en tres niveles. Primero, cumplir con la regulación en materia ambiental, de salud y de seguridad, desarrollar programas filantrópicos e incorporar la consulta con las partes afectadas e interesadas como parte del desarrollo del proyecto. El segundo nivel aborda aspectos sociales a través de un equipo propio; hay una inversión social que apoya proyectos que surgen de las necesidades de la comunidad local, y la consulta es parte del proceso de hacer negocios. El cumplimiento de las regulaciones y los aspectos sociales están integrados en la toma de decisión, además de desarrollar alianzas para lograr metas en común, y obtener diálogo continuo e intercambio de ideas. Es necesario la retroalimentación e información sobre el desempeño. Obviando los aspectos como donaciones caritativas, programas comunitarios y patrocinio de actividades deportivas y centrando la atención en las actividades sustantivas, como precios de productos, comportamiento anti-competitivo y cooperativo, derechos humanos, políticas de inversión y derechos laborales. El Grupo, a través de un compromiso sólido y un buen desempeño, asume la responsabilidad social y desarrolla de manera integral estrategias que le permite actuar en beneficio de la sociedad. |